Si has realizado mejoras de eficiencia energética en tu hogar podrás deducir hasta el 60% de las obras de rehabilitación. Existe una deducción del 20% por obras de mejora que reduzcan la demanda de calefacción y refrigeración, del 40% por obras de mejora que reduzcan el consumo de energía primaria no renovable y del 60% por obras de rehabilitación energética de edificios.

